En la actualidad los trabajos verticales son cada vez más demandados. El hecho de contar con personal altamente formado y capaz de trabajar en altura en lugares de difícil acceso lo convierten, en estas situaciones, en la opción más viable y menos arriesgada.

Sin embargo, aunque la profesionalidad sea ejemplar y el desarrollo de los trabajos se realice con la máxima seguridad, existen una serie de riesgos específicos, inherentes a esta actividad, que siempre habrá que tener presentes.

Aunque para cada caso concreto sea necesaria una evaluación −ya que el trabajo no es el mismo si se ha de desarrollar, por ejemplo, rehabilitando un monumento que reparando una línea eléctrica aérea−, los riesgos más evidentes cuando se utilizan técnicas de acceso y de posicionamiento mediante cuerdas son: